martes, 4 de julio de 2017

EL PESO DE UNA BOTELLA

“Lo que importa no es cuánto pesa la botella, sino el tiempo que la sustentas”.
“Desde el momento que aceptamos que el pensamiento existe, frenamos la lucha contra él”
.

Esta semana, el equipo del INSTITUT D’ASSISTENCIA PSICOLOGICA I PSIQUIATRICA MENSALUS, quiere compartir una bonita fábula que ha creado a partir de la famosa metáfora de la botella.

Fábula “El peso de una botella”:
Un profesor de filosofía, con el fin de promover «el arte de pensar» entre los estudiantes, dejó un sobre y un vaso de plástico encima de cada pupitre, y colocó delicadamente una botella de vidrio en su mesa. Los alumnos, entre risas y sorpresa, esperaban una explicación.
Uno de ellos alzó la voz y dijo:
– «Profesor, ahora nos hará la típica pregunta de si la botella está medio llena o medio vacía, ¿no es verdad?»
El profesor contestó:
– «Esta es la pregunta que cada uno de vosotros ya habéis respondido cuando he entrado por la puerta y he dejado esta botella encima de la mesa».
A lo que el alumno añadió:
– «Entonces, qué haremos hoy, ¿bebernos la botella?»
La clase rompió a carcajadas. El profesor, manteniendo un rostro serio, respondió:
– «Quizás esto podemos dejalo para el final. Ahora me gustaría que te acercaras a la mesa, cogieras la botella y la levantaras».
El alumno así lo hizo. Cuando tuvo la botella alzada, el profesor le pregunto:
– «¿Cuánto crees que pesa esta botella?»
Y el alumno contestó:
– «No sé, quizás…¿1kg?»
El profesor miró fijamente al alumno y dijo:
– «Dejemos que transcurra un tiempo para estar seguros de la respuesta».
Pasaron 3 minutos y el alumno seguía con el brazo alzado. El profesor volvió a preguntar:
– «¿Cuánto crees que pesa la botella?»
El alumno respondió:
– «No estoy seguro. Diría que cerca de 1’5kg».
Y el profesor añadió:
– «Entendido. Dejemos pasar 3 minutos más para asegurar tu respuesta».
Pasados los 3 minutos preguntó nuevamente:
«¿Cuánto crees que pesa esta botella?»
Y el alumno respondió con un tono quejoso:
– «¡Uf!, ya no sabría qué decirle…¿2kg? Creo que ahora mismo no solo pesa la botella, ¡también pesa el brazo!»
El profesor sonriendo explicó:
– «Lo que importa no es cuánto pesa la botella, sino el tiempo que la sustentas. Lo mismo sucede con los pensamientos que nos aturden: su «peso» irá en función de cuánto tiempo los retengamos en nuestra mente. Alimentarlos, sin duda, hará que cada vez nos resulte más difícil soportarlos y, con el paso de los días, nos sintamos más agotados. Por ello, os animo a reflexionar sobre qué pensamientos os pesan y qué puede ayudaros a «dejarlos ir».
Para finalizar, el profesor pidió a los alumnos que abrieran el sobre que tenían encima del pupitre. Dentro, encontraron la etiqueta de una botella con un mensaje inscrito:
“Ahora sí, ¡podemos brindar!”
Autor: El equipo del Institut Mensalus

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