Aprendimos que el mejor narrador o narradora para nuestros hijos e hijas somos nosotros mismos y nosotras mismas, buscando el disfrute y el sentirse bien; que cuidemos y adaptemos sus edades, sus necesidades, a las situaciones y a nuestra disponibilidad.
Creamos cuentos y leyendas confiando en la magia de palabras que brotaban sin más.
Jugamos y cantamos, siendo niños y niñas otra vez.
Invitamos a nuestros hijos e hijas el último día y todos juntos disfrutamos del placer más barato y cercano que tenemos: contarnos cuentos.
Gracias a todas las personas participantes y a Diego por abrir ese espacio ilimitado en nuestro corazón.
Os dejamos unas imágenes del taller y un vídeo al final en el que se puede comprobar lo bien que nos lo pasamos.
¡Esperamos volver a veros!
Gracias al Servicio Psicopedagógico del Ayuntamiento nazareno por este pedazo de taller.
ResponderEliminarGracias a Diego Magdaleno por enseñarnos, divirtiendo, la importancia de que contemos cuentos e historias, en familia, y la forma en que podemos hacerlo.
Gracias a todos los cuentistas participantes porque me hicisteis reír y emocionarme tanto que dejé mi papel de adulta por instantes, para centrarme en mi "niña interior".
Ojalá nos reencontremos pronto.
Saludos, piratillas!